Qué no nos falle nada, ni el momento, ni el sudor, ni la suerte. A eso aspiramos, pero siempre hay tropiezos, pasos en falso, a ciegas, hacia ningun lugar. Y de ahí surge la dualidad, la misma que plasma una copa y otra. Todo tiene una cara oculta a ese paso de aparecer o de esconderse.
Y todo en una carta. De cual beberemos hoy.
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