22 de marzo de 2010

Tan grande es mi dolor,
tanto lo siento,
que por doler me duele
hasta el aliento.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
(...)
A las aladas sombras de las flores
del almendro de nata te requiero,
que me tienes que contar muchas más cosas,
compañero del alma,
compañero.
Miguel Hernández (Elegía)

19 de marzo de 2010

Parte 1


Todo comenzó con un vaso, una espesa niebla y un amargor en el paladar. El halo procedente de las farolas naranjas cada vez era menor, síntoma de densidad o de intensidad, según tengas el día. El frío dejaba de calar en su piel, mucho menos en su tejido óseo, porque a lo largo de los años uno se acostumbra a las indeterminadas vueltas a casa. Indeterminadas de fechas, temperaturas y recuerdos.

Todo continuó por el silencio de aquellos pasos. Nada más. El suelo estaba ligeramente mojado formando una pequeña alfombra de desconsuelo. Los árboles ni miraban.

Tampoco el a su reloj, no importaba. Ni sus pies. Su visión casi siempre estaba concentrada en el vapor que le envolvía. Y en su olor de humedad asfixiante.

Todo acababa de comenzar...

3 de marzo de 2010

"Praised be man, he is existing in milk and living in lillies
-And his violin music takes place in milkand creamy emptiness
-Praised be the unfolded inside petalflesh of tend'rest thought
-Praised be delusion, the ripple
-Praised be the Holy Ocean of Eternity
-Praised be I, writing, dead already &dead again"


Jack Kerouac. Mexico City Blues (1959)
"Alabado sea el hombre. el existe en la leche y vive en los lirios.
Y su música de violines se produce en el vacío lechoso y creomoso.
Alabado sea el pétalo interno sin abrir carne del pensamiento más tierno.
Alabado sea el error, la onda.
Alabado sea el Sagrado Océano de la Eternidad.
Alabado sea yo, escribiendo, ya muerto y muerto de nuevo."